Ascendientes y descendientes del abuelo paterno de Hernán Cortés.

El caso de Don Benito (Badajoz, España)

 

 

Daniel Cortés González

(presidente Asociación Torre Isunza para la Defensa del Patrimonio Histórico

y Cultural de Don Benito - y descendiente de Hernán Cortés)

julio de 2012

Página de relación

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Daniel Cortés González con su última públicación (junio 2012)

 

Fue en el año 2005 cuando comencé a investigar la genealogía de mi familia paterna, los Corteses, ahora, siete años después, la investigación ha dado su fruto.

Gracias a esta investigación genealógica he podido averiguar que comparto antepasados con Hernán Cortés, el Conquistador de México.

A continuación trataré el origen del apellido Cortés, un poco la vida de esos antepasados que compartimos y presentaré brevemente la genealogía hasta llegar a mi persona.

 

Orígenes

El genealogista Bartolomé Leonardo de Argensola, en su “Historia de la Conquista de México”, nos dice que no es creíble que el propio Hernán Cortés ignorase quiénes eran sus antepasados, pues nació y se crió al honor de ella en casa de sus padres.

Según dice Argensola “que la familia de Cortés es originaria de Lombardía, pero que su culminación la tuvo en Aragón, en el lugar llamado Agüero, cercano a los Pirineos y en términos de las villas de Luna y Murillo”, pues ciertamente, “entre las peñas de Agüero yace una cueva, llamada hasta nuestra era Espelunca de Palacio Rey; y sobre la peña Marcuela, existen los vestigios de un antiquísimo palacio, encontrándose en algunas piedras escudos mal formados, cuyo campo contiene en triángulo tres corazones (Armas de los Cortés).

Según García Caraffa, en el tomo XXV de su “Nobiliario”, nos dice que hubo unos Corteses de Terrer, familia oriunda de Calatayud (Aragón), que usaban las Armas de los “de las Varillas”; y añade que esta familia pasó a Extremadura y fueron los ascendientes del Conquistador Hernán Cortés.

Prosigue Argensola diciendo que de allí salieron los Cortés que provenían de Narnes Cortesio, Rey de Lombardía y Toscana, cuyo hijo segundo, llamado Gilgo Cortesio, vino a establecerse a España en tiempo de los reyes godos, contrayendo éste matrimonio con Elinveria, hija del duque visigodo Fabila de la Asturiensis y, por lo tanto, hermana del Rey Don Pelayo. De este matrimonio nacieron cuatro hijos: Enón (o Zenón) Cortesio, que fue Señor de Vizcaya y padre de Tristán Gamboa; María Cortesio, que fue Señora de Vicencio; Nuño Cortés y Lope Cortés, que fueron los dos primeros que españolizaron el apellido Cortesio.

Un hijo de Lope Cortés, que Argensola no dice su nombre, pasó a vivir a tierras de Trujillo, siendo el tronco de donde provenía la familia del Conquistador de México.

De todo lo que cuenta Argensola, el dato más interesante y curioso es el referente a que tanto el Conquistador Hernán Cortés, como su hijo y heredero Martín Cortés, trataron de averiguar la certeza de esta genealogía, haciendo el Conquistador algunas gestiones en Molina, de donde, según dice Argensola, salió el abuelo de Cortés (cuestión que no es cierta, en todo caso, como veremos más adelante, sería su bisabuelo) que fue a Medellín. Martín Cortés, hijo del Conquistador, muerto ya su padre, despachó a su secretario para que entrevistase a don Thomás Cortés de Sangüesa, Obispo de Teruel, a quién rogaba intercediese con su hermano, don Alonso Cortés de Sangüesa, para que permitiera que Faustino Cortés de Sangüesa, su hijo, se criara en la casa de don Martín Cortés, por ser su deudo.

Los Cortés arraigaron fuertemente en tierras del Condado de Medellín, y fueron una familia muy extensa y con bienes raíces hasta la Edad Contemporánea.

Los miembros de la familia Cortés heredaron el privilegio de hidalguía de sus antepasados. De hecho, en 1525, el Emperador Carlos V, otorgó a Hernán Cortés un escudo de Armas, especificando que podía usarlo, “además del que habéis heredado de vuestros antepasados”. Eso no impidió que, en décadas posteriores, otros miembros de la extensa familia Cortés, no todos adinerados, tuvieran que pleitear con el Concejo de Medellín o con el de Don Benito, para que no los sacasen del padrón de hidalgos. Fue este el caso de Francisco Cortés, que tuvo que mantener un litis, a partir de 1537, en la Chancillería de Granada para que se le reconociese su hidalguía; o el caso de Juan Cortés, que reclamó lo mismo en 1564 (“Hernán Cortés. El fin de una leyenda” de Esteban Mira Caballos (2010)).

 

Lope Cortés de Parres

El distinguido genealogista mexicano don Ignacio de Villar Villamil, dice que el padre Luis Alfonso de Carballo, en su libro “Antigüedades de Asturias”, se refiere que cuando “la rebelión de don Alfonso Enríquez, Conde de Gijón y Noreña, hijo natural del Rey don Enrique II de Castilla, se levantó con una parte de Asturias durante los reinados de don Juan I y don Enrique III, y se hizo fuerte en su villa de Gijón, su mujer, doña Isabel de Portugal, que estaba sitiada dentro de esa villa por las tropas reales, tenía consigo algunos caballeros, gente de valor de las montañas de León y castellanos; y entre ellos uno muy valeroso llamado Lope Cortés de  Parres, quien no quiso entregar la villa de Gijón. Pero el Rey la tomó por la fuerza y tras enviar a la Condesa de Saintonge donde estaba su marido, a los que encontró en la villa, dio libertad que se fuesen de Asturias, y en esta ocasión salió Lope Cortés de su patria”.

A Lope Cortés de Parres le fueron confiscados sus bienes después de la rebelión, explicándose así la autenticidad de la hidalguía y las razones de la pobreza de los Cortés.

Fue Señor de Agüero. Gran caudillo, encargado del mando superior y la defensa de la plaza de Gijón. En compañía de Rodrigo de Ordás, obligaron al Obispo a repartir en encomiendas todas las tierras de su señorío, bajo pleito homenaje, a los primeros caballeros del país.

Fue uno de los Trescientos Principales, que se hallaron en San Juan de la Peña, a la segunda elección de Garci Ximenez Arista, Rey de Sobrarbe; y a la creación de la primera justicia de Aragón.

Hijo de Gilgo Cortesio, Lope fue padre de cinco hijos:

1. Pascual Cortés.

2. Sancho Cortés. Se estableció en Huesca (Aragón). Contrajo matrimonio con Catalina Sangüesa y Sangüesa. De este matrimonio nació un varón: Juan Cortés Sangüesa, Señor de Torresecas; casó con Juana de Sangüesa y tuvieron dos varones, los ya mencionados Thomas Cortés de Sangüesa (1550-1624), Obispo de Teruel, y Alonso Cortés de Sangüesa, Señor de Torresecas y padre del primer Vizconde de Torresecas (Faustino Cortés de Sangüesa).

3. Pedro Cortés.

4. Martín Cortés. Este es el hijo el cual Argensola no dice su nombre. Se estableció en Trujillo (Cáceres). Tuvo amenos dos hijos varones: Nuño Cortés, ascendiente del Conquistador, y Eximio Cortés.

5. María Cortés. Casó en 1419 con Diego de la Cueva, Alcalde de Castilnovo, y tuvieron una sola hija: María Cortés de la Cueva, Señora del Mayorazgo de Cortés.

 

Nuño Cortés

Hidalgo. Último de la familia que permaneció en tierras del antiguo Reino de León, probablemente en Salamanca.

Según el bibliógrafo chileno José Toribio Medina, en su libro La Imprenta en México (1539-1821)” nos cuenta que: “Repartiose después por toda España tanto este linaje, que casi ningún pueblo hubo insigne donde no hubiese algún noble de esta familia, principalmente en aquella parte de España, que los antiguos llamaron Lusitania Extrema, que agora es Extremadura, que se extendía cuasi hasta Aragón, cuyo capitán fue aquel valiente caballero Don Nuño Cortés, Conde de Molina, el cual fue vencedor en aquella tan nombrada batalla de los moros sobre las vertientes de Cuenca y Júcar.”

Por sus proezas le dieron el título del Condado de Molina.

 

Martín Cortés el Viejo

Primero de la familia Cortés en bajar al sur. Nace en el año 1401 y fallece también en Don Benito el 29 de Mayo de 1504.

Fue uno de los caballeros que, desde Marzo de 1431, estuvieron haciendo incursiones en la vega de Granada, sirviendo a las órdenes de Pedro Niño y Álvaro de Luna.

Tras la Batalla de Higueruela acaecida el 1 de Julio de 1431, el Rey don Juan II concedió numerosas mercedes y reconocimientos a los caballeros que más había significado en la campaña. Dos días después, el 3 de Julio de 1431, Martín Cortés se personó ante el monarca. Con Pedro Niño como testigo, fue armado solemnemente como Caballero de la Espuela Dorada. Al parecer, de las tres formas de caballería que había en Castilla, la de la Espuela Dorada era la superior y solo se concedía a hidalgos.

De esta forma, Martín Cortés se convirtió en un noble de tipo medio, superior al hidalgo pero inferior a la nobleza titulada.

Tras finalizar su vida útil como caballero, decidió asentarse definitivamente en tierras del Condado de Medellín. Martín fue uno más de tantos pobladores procedentes del antiguo Reino de León.

Había conseguido honra y fama para todo su linaje.

Como otros muchos caballeros, tenía una casa solariega en la villa matriz, en este caso Medellín, pero pasaba la mayor parte del tiempo en Don Benito, donde poseía sus propiedades.

Probablemente, el ennoblecido caballero decidiese asentar su nueva condición, contrayendo matrimonio con una hembra de la familia Monroy. Tuvo seis hijos legítimos con su esposa y una hija ilegítima fuera del matrimonio.

 

Los hijos de Martín Cortés el Viejo

El mayor de los hijos legítimos se llamaba Hernando Cortés de Monroy, le seguían Juan, Alonso y Martín (padre del Conquistador).

Hernando, como primogénito, fue el que reclamó la continuidad del privilegio de caballería.

Juan Cortés de Monroy se encuentra citado en un documento de 1506 como “criado” del Conde de Medellín, participando en un asalto contra la Cilla de Don Benito. Se refugió con sus secuaces en la fortaleza de Miajadas, que era del Conde de Medellín, y hasta allí acudió el Alguacil Mayor para detenerlos.

Juan fue el padre de Francisco Cortés de San Buenaventura, nacido en Medellín en 1498 y fallecido en las Américas el 18 de Octubre de 1531.

Alonso Cortés de Monroy, consta como vecino de Don Benito en 1500. Se encontraba casado y tenía dos hijas. En 1508 ocupaba el cargo de Teniente del Alguacil Mayor Rodrigo Portocarrero (“Hernán Cortés. El fin de una leyenda” de Esteban Mira Caballos (2010)).

Martín Cortés de Monroy fue un hombre amigo de la paz y del sosiego hogareño. En su juventud eligió ser militar porque lo llevaba en la sangre; su inclinación a las armas obedecía a un atavismo heredado de sus antepasados, siendo el mismo que se manifestó en su hijo, el Conquistador.

Nació en Medellín en el año 1450 y falleció en 1527, siendo enterrado en el Convento de San Francisco de Medellín. Casó con Catalina Pizarro Altamirano, que falleció en Nueva España el año 1530, siendo enterrada en un principio en la Capilla del Convento de San Francisco de Texcoco. Fueron los padres del Conquistador de México, Hernando Cortés de Monroy y Pizarro Altamirano, primer Marqués del Valle de Oaxaca.

Las dos hijas legítimas de Martín Cortés el Viejo se llamaban Leonor y María Cortés de Monroy.

La hija ilegítima se llamó Inés Gómez de Paz. Desempeñó un importante papel en la vida del Conquistador Hernán Cortés.

Según testimonio del propio Hernán Cortés en 1546, su tía Inés Gómez de Paz era hija natural de su abuelo, “habida con otra mujer” fuera del matrimonio legítimo.

A los hijos de Inés: Rodrigo, Pedro y Ana; el Conquistador les dio siempre el tratamiento de primos.

 

Los Corteses en Don Benito. Mi rama genealógica

Hernando Cortés de Monroy, primogénito del caballero Martín Cortés el Viejo, residió en Don Benito y tuvo tres hijos.

Uno de estos hijos tuvo al menos un varón, Diego Cortés, que casó con Francisca Dorada. De éste matrimonio nacieron cuatro hijos: Fernando, Diego, María y el 4 de Diciembre de 1563 nacería Isabel Cortés Dorada, que casó con Francisco Martín.

Isabel y Francisco tuvieron a María Cortés Martín y Fernando Sánchez, que casó en Don Benito en 1612 con Isabel Fernández. Por algún motivo que desconozco, Fernando no llevó ni el apellido materno ni el paterno, cosas de la época me imagino.

Fernando e Isabel, la cual era también conocida como Cecilia Hernández, tuvieron a Alonso Cortés, que eligió llevar el apellido de su abuela paterna, por ser el de más importancia. Casó Alonso en primeras nupcias en 1633 con Isabel de Paredes Soto y en segundas nupcias en 1713 con María Ximénez. Falleció Alonso el 20 de Julio de 1720. Del primer matrimonio nacieron cinco hijos: Alonso, Isabel, María Agustín y Diego Cortés de Paredes, que casó en 1730 con María Inés Rodríguez Gallego.

Diego y María Inés tuvieron al menos un varón llamado Juan Cortés Rodríguez, que casó en 1770 con Josepha Trinidad Guerrero Díaz. Tuvieron Juan y Josepha al menos un varón al que llamaron Pedro Cortés Guerrero.

Pedro, que era Mayoral de Ovejas, casó en 1792 con Juana Morrón Chaparro y tuvieron ocho hijos: Juan, Pedro, Francisco Claro, Antonio Claro, Francisco del Carmen, María del Rosario, Josef María, y Juan de los Reyes Cortés Morrón.

Francisco Claro, Zagal de Ovejas, que nació en 1802, casó con María Casado Gallego en el año 1825. Tuvo el matrimonio seis hijos: José, Pedro, Francisco, Pedro, Antonio y Agustina Fermina Cortés Casado.

Antonio Cortés Casado, nacido en 1842, casó en primeras nupcias en 1863 con María Inés Quintana Muñoz, que fallecerá del cólera en 1877. Volvió a casarse en segundas nupcias en 1880 con Isabel Fernández García-Adámez, una viuda que ya tenía un hijo de su primer matrimonio. Este niño se llamaba José Víctor Expósito Fernández. Del primer matrimonio tuvo Alonso siete hijos: María Esperanza, Petra Brígida, Ildefonso María de la Merced, Manuel Juan Antonio Luciano, Genara, María Natividad y Francisco Nicolás Cortés Quintana. De su segundo matrimonio, tuvo Alonso a cinco hijos más: Francisco, Antonio Pastor, Juan, Jesús y Joaquín Lino Cortés Fernández.

Manuel Juan Antonio Luciano nació en 1870 y casó con Tomasa Manuela Sánchez Meneses en 1895, naciendo de este matrimonio cinco hijos: Joaquín, Francisca, Petra, Diego y Antonio Cortés Sánchez.

Antonio Cortés Sánchez nació en 1896, casando con Julia Elisa Merino Blanco. Tuvieron cuatro hijos: Tomás, Antonia, Manuel y Diego Cortés Merino.

Fotografía de Antonio Cortés Sánchez

Mi abuelo, Tomás Cortés Merino, nació en Don Benito en 1929 y casó con mi abuela, María Joaquina Menea Lozano, en el año 1961. Tuvieron mis abuelos tres hijos: Antonio, José Manuel e Isabel de los Ángeles Cortés Menea.

Mi padre, Antonio Cortés Menea, nació en 1962, casando con mi madre, Ana María González González, en el año 1986. Tuvieron mis padres tres hijos, incluido yo: Daniel, Sergio y Leticia Cortés González.

Desde el año 1792 a 1825, la casa familiar de los Corteses estuvo ubicada en la calle Tercera Cuesta, de Don Benito. En 1825, la familia se traslada a la calle Segundo Palomar, también de Don Benito. En 1842 aparece ya la casa familiar de los Corteses en la calle Amargura, concretamente en el actual número 18. Desde entonces, hasta la actualidad, esta casa de la calle Amargura número 18, sigue perteneciendo a la familia Cortés.

Muchos y liosos son los nombres que en este último apartado aparecen, pero creo son necesarios para hacer conocer que actualmente existen descendientes de Martín Cortés el Viejo en Don Benito.